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Los jardineros se ponen en marcha, el suelo se calienta lentamente, y el deseo de ver reverdecer su huerto gana tanto a las zonas rurales como a los balcones urbanos. Entre los chubascos y los días más luminosos, los meses de marzo y abril ofrecen un período especialmente favorable para la introducción de numerosas hierbas aromáticas. Ya sean anuales o perennes, estas plantas suelen ser poco exigentes y saben encontrar su sitio en una rotación de cultivos razonada. Si las condiciones meteorológicas a veces siguen siendo fluctuantes, el sustrato se vuelve más acogedor y se pueden considerar las primeras siembras. Estas especies, a menudo rústicas, responden tanto a usos culinarios, medicinales y decorativos. Os desvelamos las hierbas aromáticas para plantar en marzo y abril.
Siembra y plantación de aromáticas en pleno primavera
En esta época del año, algunas aromáticas se instalan con vigor, siempre y cuando se respeten sus requisitos específicos. Un suelo bien trabajado, aportes moderados de compost maduro y una exposición adecuada condicionan su éxito.
La siembra puede realizarse directamente en el lugar, o bajo abrigo para las regiones más frías.
Los jardineros con experiencia lo saben: marzo y abril son los meses clave para la introducción de hierbas aromáticas destinadas a ser cosechadas a lo largo de la temporada de buen tiempo.
La elección de especies variadas para las plantas aromáticas a plantar en abril o marzo permite responder a diferentes necesidades, diversificando así los aromas y las texturas en el jardín.
Podar, limpiar, preparar: los fundamentos de la primavera
Antes de pensar en las siembras, el espacio del huerto debe estar liberado de sus residuos invernales. Las hojas muertas, los tallos secos, las plantas heladas o invasoras deben ser evacuadas o integradas al compost.
También se trata de retirar las adventicias instaladas durante el invierno, que compiten con los brotes jóvenes que están por venir.
La poda de los árboles frutales sigue siendo posible hasta finales de marzo, especialmente para los manzanos, perales u olivos. Pero ahora se desaconseja podar los setos persistentes como los tuyas o laureles, ya que comienza el período de anidación de los pájaros.
Plantas fáciles de cultivar, ricas en usos
Las aromáticas se integran fácilmente en todos los espacios, incluso los más reducidos. Su cultivo no requiere ni material costoso, ni infraestructuras complejas.
Maceta de barro, jardinera en el balcón, borde de huerto o espiral de hierbas: estas plantas se adaptan a numerosas configuraciones.
Más allá de su función culinaria, algunas poseen propiedades digestivas, calmantes o antisépticas. También constituyen un recurso nectario para los polinizadores tempranos.
Su cultivo, a menudo sobrio en agua y poco exigente en nutrientes, las convierte en aliadas perfectas para una jardinería económica y razonada.
Cilantro: una anual delicada de rápida germinación
Originaria de la cuenca mediterránea, el cilantro (Coriandrum sativum) se adapta a terrenos ligeros, bien drenados y con buena exposición. Su siembra en línea, a partir de marzo, permite una germinación rápida en cuanto las temperaturas superan los 15°C.
Se eleva bastante rápido en semillas: por lo tanto, se debe renovar la siembra cada tres semanas para prolongar la cosecha de hojas.
Hierbabuena: prolífica, invasora, imprescindible
Con sus poderosos rizomas, la menta (Mentha spp.) coloniza fácilmente los espacios húmedos. Se recomienda cultivarla en contenedor o en una zona delimitada.
Aprecia una exposición semi-sombreada y suelos ricos, frescos, pero bien drenados.
Tomillo: sobrio y resistente
El tomillo (Thymus vulgaris), emblemático del matorral mediterráneo, prospera en terrenos pobres, calcáreos y bien expuestos. Un exceso de humedad puede ser fatal. Plántelo desde marzo en suelo calentado, sin aporte orgánico.
Forma cojines compactos, muy estéticos, y atrae una fauna entomológica variada. No requiere prácticamente ningún riego en verano, lo que lo convierte en una especie especialmente adaptada a climas secos.
Perejil: una bienal exigente en paciencia
El perejil (Petroselinum crispum) requiere tiempo para germinar: hasta 21 días según la temperatura del suelo. Para mejorar la germinación, las semillas se pueden remojar 24 horas antes de la siembra.
Hay dos variedades principales disponibles: el perejil liso, más aromático, y el perejil rizado, más decorativo. Sembrado en marzo, ofrece cortes regulares a lo largo de la temporada, a condición de mantener el suelo fresco.
Après une carrière dans le commerce, j’ai changé de métier il y a plusieurs années pour devenir rédactrice spécialisée dans la maison. Vous découvrirez sur ce site mes articles liés à l’énergie (pompe à chaleur, poêle, solaire, …), décoration et bricolage.