plantas compañeras tomates
Las plantas compañeras para las tomates

Cultivar tomates implica elegir buenas plantas compañeras, auténticas aliadas naturales del huerto. Algunas atraen sírfidos, abejas y crisopas, otras enriquecen el suelo o repelen moscas blancas y nematodos. Estas doce plantas permiten a las tomates prosperar sin tratamientos químicos, al tiempo que mantienen la biodiversidad en el jardín.

Flores protectoras en el huerto

Las flores juegan un papel activo en la protección de las tomates, al atraer insectos auxiliares y retener la humedad. Los claveles de Indias liberan tiophenos en el suelo, protegiendo las raíces de nematodos y repeliendo moscas blancas y pulgones. Plántalos después de las heladas, a 30 cm de las plantas, en los bordes o intercalados en las filas.

La borraja, Borago officinalis, atrae abejas y abejorros, lo que mejora la polinización de las flores de tomate. Sus raíces fasciculadas airean el suelo y facilitan la infiltración del agua, un recurso en tiempos de sequía. Siémbrala en abril, a 40 cm de las tomates.

El cosmos atrae sírfidos, abejas y mariposas gracias a sus flores ricas en néctar. Su follaje ligero limita la evaporación y conserva la humedad alrededor de las tomates. Plántalo entre abril y mayo, dejando una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta.

Antes de asociar estas compañeras, ten en cuenta algunas precauciones: deja espacio entre las plantaciones para evitar el mildiu, evita las calabazas que agotan el suelo, y no pongas patatas cerca de las tomates, ya que comparten las mismas enfermedades.

Para proteger tus tomates del calor, piensa en poner una malla de sombreado durante el día y cubrir el suelo con mantillo.

Aromáticas para fortalecer tus tomates

Las aromáticas protegen el huerto al tiempo que ofrecen cosechas útiles en la cocina. La albahaca emite un aroma que ahuyenta a las moscas blancas, al tiempo que enriquece las ensaladas veraniegas. Instálala a mediados de mayo, a 20 o 30 cm de las plantas de tomate.

El cebollino libera compuestos sulfurosos que repelen pulgones y limitan el oídio. Sus flores violetas atraen sírfidos y abejas, favoreciendo así la polinización. Siémbralo en abril, separando cada planta de 25 a 30 cm.

El eneldo atrae sírfidos y crisopas, útiles para limitar los pulgones, al tiempo que molesta a las moscas blancas con su aroma. Siémbralo directamente en el suelo de marzo a junio, dejando entre 25 y 30 cm entre cada planta.

Verduras que enriquecen el suelo

Algunas verduras apoyan la vitalidad de las tomates al mejorar el suelo y las lechugas forman un manto vegetal protector que retiene la humedad y frena las malas hierbas, cosechándose antes de que las tomates tomen todo el espacio. Siémbrala desde marzo bajo abrigo o en abril directamente en el jardín, a 20-25 cm de las plantas.

El judía enana fija el nitrógeno en el suelo gracias a sus raíces, enriqueciendo así naturalmente a las tomates. Se siembra después de mediados de mayo, con un espaciado de 30 cm entre cada planta, entre las filas de tomates.

La cebolla emite compuestos sulfurosos que tienen la capacidad de:

  • repeler pulgones
  • limitar enfermedades fúngicas

Se planta desde marzo en línea o en un patrón de zigzag a 15 cm de las plantas de tomate, en una zona soleada.

Aquí están las distancias y roles de las plantas compañeras:

Planta compañera Periodo de plantación Espaciado Atracción principal
Claveles de Indias Mediados de mayo 30 cm Protege de nematodos
Borraja Abril 40 cm Atrae polinizadores
Cosmos Abril-mayo 30-40 cm Retiene la humedad
Albahaca Mediados de mayo 20-30 cm Repelente de moscas blancas
Cebollino Abril 25-30 cm Limita el oídio
Eneldo Marzo-junio 25-30 cm Atrae auxiliares
Lechuga Marzo-abril 20-25 cm Retiene la humedad
Judía enana Mediados de mayo 30 cm Fija el nitrógeno
Cebolla Marzo 15 cm Repelente natural

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí