sembrar verduras verano
Sembrar las verduras de verano

Mayo marca un punto de inflexión para los jardineros: las últimas heladas se olvidan, la tierra se calienta y los días se alargan. Para los amantes de los huertos, es el momento ideal para sembrar verduras de verano para obtener cosechas generosas durante la temporada de buen tiempo. Si te perdiste las siembras de primavera, no te preocupes: varias verduras aún se pueden sembrar para disfrutar plenamente de su producción este verano. Aquí te presentamos cinco cultivos para comenzar ahora y satisfacer tus expectativas.

1. Calabacines: crecimiento rápido y cosechas abundantes

Los calabacines son las estrellas de los huertos de verano, apreciados por su crecimiento rápido y su alta productividad. Sembrados en mayo, se benefician de las temperaturas suaves para germinar rápidamente.

Para garantizar su desarrollo, elige un lugar espacioso y bien soleado: cada planta requiere aproximadamente un metro cuadrado.

Siembra las semillas directamente en el suelo a una profundidad de 2 a 3 cm. Para limitar la evaporación del agua y prevenir las malas hierbas, coloca un acolchado generoso al pie de las plantas.

Riega regularmente evitando mojar el follaje, para prevenir la aparición del oídio. Un suelo rico en materia orgánica y bien aireado es esencial para una producción prolífica.

También puedes plantar los judías verdes para una buena cosecha este verano de mediados de abril hasta julio, dependiendo de la variedad.

2. Maíz dulce: mazorcas doradas en el huerto

El maíz dulce, a menudo cultivado en grandes parcelas agrícolas, también tiene su lugar en los huertos familiares. Sembrado en mayo, se beneficia de los días más largos y de los suelos calentados.

Para asegurar una buena germinación, siembra las semillas directamente en el suelo a 2 a 3 cm de profundidad, en hileras separadas por 70 cm, con 20 cm entre cada planta.

Es necesario un riego regular, especialmente durante el período de floración. Para un cultivo efectivo, combina el maíz con judías trepadoras y calabazas según la técnica de las Tres Hermanas.

Este método tradicional permite a las judías fijar el nitrógeno, a las calabazas cubrir el suelo y a las plantas de maíz servir de tutores.

3. Berenjenas: calor y sabor en la cocina

Las berenjenas aprecian el calor y la luz. En mayo, las temperaturas son suficientemente amables para trasplantarlas al suelo después de un comienzo en macetas.
Prioriza un suelo rico, bien drenado y un espacio de 50 cm entre cada planta para asegurar una buena aireación.

La berenjena necesita un riego moderado pero regular. Para reducir los riesgos de enfermedades, evita mojar el follaje. Combínalas con albahaca para:

  • repeler ciertos insectos perjudiciales
  • mejorar el sabor de los frutos en la cosecha

4. Pepinos: frescura y crujiente asegurados

Los pepinos, famosos por su frescura en las ensaladas, aún pueden sembrarse en mayo. Esta planta trepadora prospera en un suelo ligero y bien drenado. Para maximizar el espacio, instala un enrejado o una red que permita a las hojas trepar.

Siembra las semillas a 2 cm de profundidad, con un espacio de 40 cm entre las plantas. Los pepinos son especialmente demandantes en agua: por lo tanto, es necesario un riego frecuente.

El cultivo vertical favorece la aireación de las hojas y limita la aparición de enfermedades.

5. Pimientos y chiles: colores y sabores en la cocina

Los pimientos y chiles, conocidos por sus colores vivos y sus sabores intensos, se adaptan bien a los climas cálidos. Después de haber sido sembrados en macetas en primavera, pueden trasladarse al suelo tan pronto como esté suficientemente caliente.

Plántalos a 0,5 cm de profundidad, con un espacio de 50 cm entre las plantas para permitirles expandirse bien. Se recomienda un riego moderado para evitar la asfixia radicular. Estas verduras aprecian una exposición al sol y un suelo rico en nutrientes.