Transformar un contenedor marítimo en una vivienda implica mucho más que un simple acondicionamiento interior. Estructura metálica por naturaleza, el contenedor actúa como un verdadero puente térmico si no se trata adecuadamente. Para que se convierta en un espacio habitable cómodo, el aislamiento térmico e higrométrico se presenta como una etapa determinante. Las técnicas varían según se opte por un aislamiento interior o exterior, cada una con sus materiales, su estructura y sus limitaciones. Los autoconstructores deben también lidiar con las especificidades del suelo, el techo y los riesgos de condensación. Esta guía detalla los enfoques más confiables para aislar eficazmente este tipo de vivienda.
¿Por qué elegir una casa de contenedor?
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Entre sus principales ventajas, la casa de contenedor seduce por su rapidez de ejecución. Su estructura original ya integra el suelo, las paredes verticales y el techo, lo que reduce considerablemente los plazos de construcción.
Ofrece también una robustez notable: diseñados para enfrentar el transporte marítimo, los contenedores presentan una durabilidad excepcional, incluso en entornos extremos.
Elegir un método de aislamiento adecuado a la estructura del contenedor
El contenedor marítimo, concebido para el transporte, es hermético al aire pero poco adecuado a las exigencias de un uso residencial. El acero del que está constituido impone la adición de una envoltura aislante eficaz, tanto en el interior como en el exterior.
La solución generalmente adoptada en autoconstrucción, el aislamiento interior, consiste en duplicar las paredes del contenedor con un aislante térmico. Permite una ejecución más sencilla y rápida, sin alterar la apariencia exterior.
El espesor a elegir para el aislamiento de las paredes exteriores debe tomar en cuenta el tipo de aislante.
Como contrapartida, invierte sobre la superficie habitable y requiere una vigilancia particular sobre el tratamiento de los puentes térmicos.
Estos son los principales materiales considerados para un aislamiento desde el interior:
Mousse de poliuretano proyectado: excelente adherencia y estanqueidad, adecuado para paredes irregulares, pero de implementación compleja
Lanas minerales: lana de roca, lana de vidrio o vidrio celular, fáciles de colocar, performantes térmica y acústicamente
Aislantes de origen biológico: cáñamo, celulosa, fibra de madera, corcho expandido, lana de algodón o de oveja. Materiales renovables, apreciados por su bajo impacto ecológico
Paneles aislantes bajo vacío (PIV): tecnología delgada y muy eficaz, reduciendo el espacio interior ocupado
Optar por un aislamiento exterior: una solución eficaz
El aislamiento exterior permite encapsular todo el volumen habitable, eliminando así la mayoría de los puentes térmicos. Refuerza el rendimiento energético mientras asegura la protección del revestimiento original.
Este procedimiento evita los puntos fríos y preserva completamente el volumen interior. También permite una personalización de la fachada mediante la colocación de un revestimiento. El costo es a menudo más elevado que una solución interior, en particular debido a la estructura portante a instalar.
La estructura juega un papel fundamental en la estabilidad del aislamiento y la fijación de los acabados exteriores. Se utilizan comúnmente tres tipos:
Estructura metálica: ligera, rápida de instalar, directamente compatible con el acero
Estructura de madera: buen aislante secundario, requiere un tratamiento contra agresiones biológicas
Estructura mixta: combina la ligereza del metal y la inercia térmica de la madera según las zonas
La elección del aislante depende del clima, el presupuesto y el grosor disponible. Estas son las opciones más pertinentes:
Material aislante
Conductividad térmica λ (W/m.K)
Resistencia a la humedad
Grosor promedio (mm)
Precio indicativo (€/m²)
Mousse de poliuretano proyectado
0,025 a 0,035
Muy buena
80 a 120
25 a 40
Poliestireno expandido (PSE)
0,030 a 0,040
Media
100 a 140
10 a 15
Poliestireno extruido (XPS)
0,029 a 0,036
Excelente
90 a 120
15 a 20
Paneles de corcho
0,038 a 0,040
Buena
100 a 150
30 a 50
Paja comprimida
0,045 a 0,065
Baja
300
5 a 10
Asegurar el aislamiento térmico del suelo
El suelo metálico del contenedor actúa como un disipador térmico en contacto directo con el ambiente. Un aislamiento bajo el suelo, combinado con una ventilación, es por tanto indispensable.
Materiales adecuados para el aislamiento del suelo
Entre los materiales recomendados figura el poliestireno extruido, apreciado por su rigidez y resistencia a la compresión.
La mousse de poliuretano, disponible en placas o en proyección, así como las lanas minerales, siempre que estén protegidas por un film de barrera de vapor.
Etapas para aislar el suelo eficazmente
El aislamiento comienza por un nivelado del suelo y la colocación de un film de polietileno para bloquear las subidas capilares. Luego, se instalan durmientes para crear un vacío de aire bajo el suelo, en el que se inserta el aislante.
Todas las junturas entre los paneles se sellan cuidadosamente para asegurar una estanqueidad óptima. Según el material utilizado, puede añadirse una barrera de vapor. Finalmente, se coloca el suelo definitivo: madera, azulejo, hormigón pulido.
Evitar la condensación en una casa contenedor
Sin tratamiento adecuado, el interior del contenedor es propenso a la formación de vapor de agua condensado en las paredes frías. Esto puede rápidamente llevar a moho o a la corrosión de las estructuras.
Las causas de la condensación son múltiples: las diferencias de temperatura entre el interior y el exterior, la humedad producida por los usos cotidianos, la insuficiencia o la falta de ventilación, o incluso los defectos de estanqueidad en las junturas y soldaduras.
La prevención pasa por el uso de aislantes hidrófobos, la instalación de una barrera de vapor continua en las paredes frías, la eliminación de puentes térmicos, y la implementación de una ventilación mecánica controlada eficaz, simple o de doble flujo según la configuración de la vivienda.
Tratar el techo: una prioridad térmica
El techo concentra las variaciones de temperatura más fuertes. Aislarlo eficazmente evita el sobrecalentamiento en verano y las pérdidas de calor en invierno.
Aislantes recomendados para la cubierta
Entre los materiales adecuados para la cubierta, la mousse proyectada ofrece una buena cobertura de las superficies complejas, las lanas minerales son adecuadas para formas simples y techos planos si están bien protegidas de la humedad, mientras que el poliestireno extruido sigue siendo una opción robusta y resistente a las infiltraciones.
Se recomienda utilizar un aislante cuya resistencia térmica sea superior o igual a 6 m²·K/W.
Métodos de colocación del aislante en el techo
El aislante puede fijarse en forma de paneles rígidos directamente sobre la estructura o sobre un soporte continuo, o bien en paneles flexibles mantenidos entre los cabrios mediante una rejilla.
En las configuraciones complejas, una mousse de poliuretano proyectada directamente sobre la cara interna asegura una continuidad de aislamiento sin puentes térmicos.
Consejos del profesional: experiencias de obra y prácticas comprobadas
En los proyectos que acompañamos, un error recurrente entre los autoconstructores es el olvido de la regulación higrotérmica global.
El contenedor, perfectamente hermético, actúa como una caja cerrada: si la humedad no se controla, satura rápidamente el aire interior, especialmente en zonas templadas y húmedas como Bretaña o el interior del País Vasco.
Consejo práctico: antes incluso de colocar el aislante, instale una red de ventilación temporal (aberturas pasivas o ventilación mecánica controlada de obra). Esto permite limitar la humedad residual durante las obras.
Una vez finalizada la obra, reemplácela por una ventilación mecánica controlada de doble flujo termodinámica, más adecuada a los volúmenes reducidos de las casas contenedor.
Otro punto descuidado: la inercia térmica ya que un contenedor mal diseñado sube muy rápido en temperatura en verano. Para remediarlo, el uso de un aislante pesado como la celulosa insuflada, combinada con materiales de alta capacidad calorífica (tierra cruda, ladrillos de tierra comprimida), permite suavizar las variaciones térmicas en 24h.
En nuestras realizaciones, recomendamos sistemáticamente una ITE con revestimiento agregado sobre estructura de madera tratada clase 3, ventilada en cavidad de aire.
Esta configuración mejora la durabilidad del complejo aislante mientras deja « respirar » la pared metálica, lo que limita los problemas de corrosión interna. Responde a los requisitos del DTU 41.2 Revestimientos de madera.
Après une carrière dans le commerce, j’ai changé de métier il y a plusieurs années pour devenir rédactrice spécialisée dans la maison. Vous découvrirez sur ce site mes articles liés à l’énergie (pompe à chaleur, poêle, solaire, …), décoration et bricolage.