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La hora en que las mordeduras de víbora aumentan

Cuando el mercurio sube, Vipera aspis y Vipera berus abandonan los taludes y muros para colarse en nuestros jardines, atraídas por las piedras calientes. Estos reptiles venenosos, temidos en verano, aumentan su actividad en franjas horarias precisas, multiplicando los encuentros no deseados con los humanos. Jardineros y paseantes, a menudo descalzos o distraídos, se enfrentan a un riesgo evitable con un mínimo de vigilancia. Especialistas como la Sociedad Herpetológica de Francia alertan sobre un intervalo horario crítico donde el riesgo de mordedura se intensifica. Aprender a identificar esta franja permite anticipar situaciones de riesgo. Aquí tienes la hora en que más riesgo tienes de ser mordido por una víbora.

Por qué el riesgo de mordedura aumenta durante el día

Animales ectotermos, las víboras sincronizan su actividad con el ciclo solar, calentándose sobre losas, escalones y muros entre las 10 h y las 17 h, con un pico de presencia entre las 11 h 30 y las 15 h 30.

Esta ventana corresponde a las horas en que se corta el césped, se riega o se desbroza, facilitando los encuentros involuntarios. Por encima de 22 °C, su movilidad aumenta, llevándolas a cazar o cambiar de puesto de observación, a menudo cerca de zonas frecuentadas por humanos.

Las víboras invierten en microhábitats térmicos como tablones, muros expuestos, pilas de compost o lonas en el suelo donde encuentran calor y refugio.

Estas zonas son también donde los jardineros intervienen más, lo que aumenta la probabilidad de mordedura durante un gesto anodino.

Si notas que hay animales o insectos que han entrado en tu casa, deberás adoptar ciertas conductas para deshacerte de los parásitos en una casa y así recuperar una casa sana.

Comportamientos a evitar para limitar los riesgos

Aquí están los gestos a evitar para reducir los accidentes relacionados con las víboras:

  • caminar descalzo en hierbas o áreas poco despejadas
  • levantar piedras, tablones o lonas sin guantes gruesos
  • desherbar sin verificar visualmente el suelo

En caso de mordedura, permanecer inmóvil, llamar al 112 o al 061, y nunca incidir ni succionar la herida son las instrucciones emitidas por los médicos de urgencias.

Entender a la víbora para protegerse

La víbora sigue siendo un reptil discreto, ocupando zonas que van desde las llanuras hasta las laderas alpinas hasta 2,000 metros, a veces incluso en entornos periurbanos. No busca la confrontación, pero se defiende cuando se siente acorralada, a menudo a raíz de un pisotón.

Estos serpientes limitan las poblaciones de topillos y ratones de campo, contribuyendo a proteger huertos y cultivos. Su presencia indica un ecosistema equilibrado y su desaparición favorecería la proliferación de pequeños roedores, perjudiciales para los cultivos y vectores de zoonosis.

Adaptar el jardín para reducir los riesgos de mordedura

Para disuadir a las víboras de instalarse y reducir las interacciones no deseadas, bastan algunos sencillos ajustes:

  • mantener el césped corto
  • evitar el almacenamiento en el suelo de piedras o madera sin supervisión
  • instalar cercas bajas alrededor de los huertos
  • priorizar la grava para los caminos, superficie que evitan

Estas acciones, junto con una vigilancia reforzada durante las horas de calor, permiten usar el jardín en verano reduciendo el riesgo.

Aquí tienes una tabla con las franjas horarias de riesgo en función de la temperatura:

Franja horaria Temperatura favorable Nivel de riesgo Comportamiento de las víboras
06 h – 09 h < 18 °C Bajo Búsqueda de calor
10 h – 11 h 30 18 – 22 °C Moderado Desplazamientos, primeras salidas
11 h 30 – 15 h 30 22 – 30 °C Alto Termorregulación, caza, reposo
15 h 30 – 17 h 22 – 28 °C Alto Actividad residual, desplazamientos
17 h – 20 h 18 – 22 °C Moderado Regreso a los refugios
20 h – 06 h < 18 °C Bajo Inactividad excepto noches particularmente calurosas